13 de mayo de 2015

Guía de Bruselas. Una de cal y otra de fresas.

Una cosa buena y una mala de Bruselas

Las últimas semanas he tenido varias visitas en casa. Ha sido enterarse de que ya no tengo muebles de Ikea que montar ni cajas de mudanza por vaciar y ya quieren venir a vernos ;-)

Lo bueno es que estas semanas me han servido para reflexionar un poco y seguir con mi política de ver el lado positivo de la situación aunque a veces cueste.

Así que tengo la intención de contaros esas cosas que no vienen en ninguna de las múltiples guías de viajes sobre ésta ciudad... las malas y también las buenas.

Una de cada. He hecho un ejercicio de brainstorming y van a ir saliendo tal cual, sin orden ni concierto. Avisados estáis.

Una cosa MALA de Bruselas - La cal


Bruselas es una ciudad dura, sobre todo en lo que a su agua se refiere.
Yo vengo de los estándares madrileños, que ya se sabe lo exagerados que somos que nos creemos que sale del grifo agua mineral, pero es que sabe buena y no deja cercos blancos en todo lo que toca.

Al mudarnos a Bruselas hasta el veterinario de aquí nos dijo que no le diéramos agua del grifo al gato. Aquí todo el mundo tiene, cómo mínimo, un filtro para la cal en casa. Y se consume mucha agua embotellada. Nosotros nos hemos pertrechado de pastillas antical para los electrodomésticos y de una jarra con filtro para beber.

Otro tema es que te quedas como la lija al ducharte o los pelos de bruja.

Esto explicaría el precio de los geles de baño o champús... pero es sólo una teoría mía.

Una cosa BUENA de Bruselas - Las fresas


Bélgica es un país de manzanas y peras. Hay mucha fruta (la globalización es lo que tiene) y no es especialmente cara. Al llegar en invierno lo típico eran las manzanas y peras pero ahora ha llegado la primavera...

Soy adicta a las fresas. Antes lo sospechaba pero ahora tengo la certeza. En España hay mucho fresón grande y de color intenso que está bueno, pero lo de aquí son freeeeesas.

Desde abril hay puestos en las carreteras, en las plazas y en los mercadillos los fines de semana. Puedes comprar de distintos tamaños y están realmente buenas. Pequeñas, de semillas finas, muy jugosas y de color más rosado. Las pequeñitas son mi perdición y la de mi peque.

Fraises del mercadillo de Place Jourdan que casi no llegan a casa...

Me declaro muy fan de las fresas belgas y de sus frutos rojos. He probado también una mezcla de fresa y frambuesa (strasberry/framberry) unas fresas silvestres también riquísimas.

Sé que acabará la temporada y pensaré en ellas durante el próximo largo invierno bruselense.

¿No está mal el balance, no?
¿Qué es lo primero malo/bueno que os viene a vosotros a la cabeza?

3 comentarios:

  1. Desde luego que poco valoramos lo que tenemos siempre. Aqui luchamos contra la humedad, pero desde luego el agua es de primera!
    Saludotes!

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  2. Junto con las patatas, me parece el mejor producto que tienen los belgas

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  3. Lo de la cal es tremendo. No he visto cosa igual. Y las fresas, ricas, ricas. En Lovaina (a 20 minutos de Bruselas) hay mercadillo los sábados, allí he comprado las más ricas hasta ahora.

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