18 de diciembre de 2014

En las distancias cortas...

Expatriación. Capítulo 3. La primera visita a la nueva ciudad. 


Una cosa es ver tu nueva vida a golpe de Google Maps y otra a pie de calle. En las distancias cortas es donde una ciudad se la juega.

Bruselas me recibió con sol. Me fui de Madrid bajo el diluvio. Se agradece haber podido patear la ciudad sin acabar para escurrir. Eso sí, toda la familia va a necesitar pedirse a los Reyes un gorro con orejeras. Frío hace, las cosas como son.

El transporte público no es tan caro. Teniendo en cuenta lo que vale en Madrid no. Otro tema es el hecho de que sean grandes amantes de los tonos ocres (color caca) y que tengan el metro a medio terminar desde tiempo inmemorial. De acceso para carritos, maletas, minusválidos o abuelas con prótesis de rodilla mejor ni hablamos. Qué bonito es el Metro de Madrid con sus 8 minutos de espera entre trayectos. Tengo que trabajarme más el bus y el tranvía, que parecen más accesibles.



No se puede ser objetiva cuando una tiene éste espíritu navideño y llega a una ciudad donde cada rincón tiene una lucecita y un mercadillo. Y además te plantan en la Grand Place con el juego de luces y música. Creo que eso fue jugar sucio por parte de Papá 2.0



El lunes 15 hubo huelga general en Bélgica y eso hizo que el escenario fuera un poco irreal. Pocos coches, pocas tiendas abiertas, sin colegios, basura sin recoger, sin transporte público; lo que ayudó poco a hacerme una idea de cómo es la ciudad en un día normal pero me obligó a ir andando unos cuantos kilómetros más de la cuenta y a descubrir que las comunas de Bruselas no son tan grandes como vistas en el plano.

Llama la atención la luz. Amanece mucho más tarde que en Madrid y anochece mucho antes. Supongo que si sobrevivo al invierno agradeceré mucho como también se alargan más los días a partir de primavera. Habrá que sobrevivir.

Comer y beber fuera. No es que yo esté en mi vida actual de picos pardos todo el tiempo pero no he notado especialmente caro comer o cenar fuera acostumbrada a los precios de Madrid. Esperaba peores sablazos después de los comentarios de todo el mundo y hemos salido por menos de 20€ allá donde hemos ido. La cerveza belga sin alcohol está buena. 

Y las casas. El objetivo de mi viaje de 55 horas. ¡Ay las casas!... eso mejor os lo cuento otro día.

1 comentario:

  1. Estará pendiente de tus post para convertirme en una pro de Bruselas antes de ir a visitarte en 2015 :)

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